Ya es tradición recibir el resumen del año de WordPress y me sirve de medio perfecto para desear, a los que me siguen en este mundo digital, un buen 2015.
Este año ha vuelto a ser un poco extraño, imprevisto y desconcertante. Me pregunto si después de los 40 todos van a ser igual. Ha sido un año de dificultades, de alegrías, de ausencias injustificadas, de silencios no deseados, de palabras de aliento y de presencias enriquecedoras.
Sin duda, ha habido un poco de todo y, en estas últimas horas del año, me gustaría recordar a una persona muy querida que se marchó hace unos meses y que vivió como quiso … A pesar de sus dificultades y problemas de salud, siempre tenía una sonrisa y una palabra amable, un actitud dispuesta a ayudar, incluso para quién no la quería escuchar.
Ser uno mismo, ser una misma, parece ser la clave para lograr un cierta estabilidad y serenidad en este mundo cambiante y manipulable; pero seguir las propias convicciones, la propia forma de ser, no tiene sentido si no se conjuga con los otros.
El yo por yo no hace nosotros, y sin ellos yo no tengo sentido: ni mi alegría, ni mi pena, ni mi éxito, ni mi fracaso. Prefiero seguir el modelo de ser yo pero con empatía, solidaridad y paciencia hacia los que me rodean que imponerme unilateralmente.
Deseo, de corazón, que podamos ser nosotros mismos, en grupos de tres o cuatro, en comunidades de cincuenta o cien mil, en países de tres o cinco millones. Ése es mi deseo para 2015, ser uno más en un todo útil para poder avanzar en los próximos 365 días.
¡Feliz Año Nuevo!
Aquí hay un extracto:
Un teleférico de San Francisco puede contener 60 personas. Este blog fue visto por 770 veces en 2014. Si el blog fue un teleférico, se necesitarían alrededor de 13 viajes para llevar tantas personas.